Día de los Muertos, lo que los vivos necesitan.

Sí perdiste a alguien, aunque lo pienses y extrañes todos los días, en este día tú como algunas otras personas se toman el tiempo o se permiten festejar la vida del difunto.

¿Porqué o para qué?
Porque aceptas su ausencia. Porque es como llevar serenata a un interés romántico, es como tener una cita, es como celebrar un cumpleaños. Porque el tiempo juntos se agotó, pero no las intenciones de seguir pendiente de esa persona. Sí perdiste a alguien, pero en vida tenían muchos conflictos, discusiones, y quedaste resentido, aun cuando en el fondo hubieras querido que fuese diferente. Y aun así le dedicas tu pensamiento y celebras este día. Habrá quienes piensen que es falso, que es hipócrita, que no tiene sentido, ya está muerto. No se lo merece.

¿Por qué o para qué molestarse?
Porque te ayuda a cerrar un ciclo. Porque en el fondo si te importaba esa persona. Porque mientras vivía esa persona, hubo cosas que no tuviste oportunidad de decir. Pero principalmente porque es la expresión de un anhelo atrapado en la consciencia de quien está vivo. A veces la comunicación entre nosotros los vivos es demasiado complicada, y caótica, nos dejamos llevar por orgullos y otras emociones que no controlamos. Recordar a tu familiar que ya no está a pesar de los momentos malos, es la reconciliación “simbólica” o “metafórica” entre tu y esa persona que cuando estaba viva deseabas lograr.

El día de los muertos lo necesitamos los vivos para sobrellevar la perdida.